Verónica Núñez es de Catamarca y es mamá de Candela y de mellizos de 3 años y medios diagnosticados ambos con Síndrome de Down.

Por estos días se encuentra en la misión de que dejen los pañales, pero las travesuras vienen dobles.

“A cada rato hay que limpiar. Una vez hicieron pis en 10 minutos como 15 veces, le poníamos el pañal a uno y cuando lo bajamos hacía el otro. Primero estaba como loca, pero después nos daba gracia porque es como las películas, y así permanente”, contó.

Vero se enteró del diagnóstico después del parto, la sorprendió que ambos nacieran con síndrome de Down y a pesar de que los primeros pronósticos la intentaron asustar, hoy asegura con alegría que sus niños son como cualquier otro.

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“Me decían que no iban a caminar, que me fije en esto, en lo otro. Pensé que tenía dos plantas, pero se trepan por todos lados, son dos monos. Menos mal que me dijeron que no iban a poder”, suelta con ironía.

Escalan y tienen una agilidad increíble. Es verdad que no es fácil, pero tampoco es como te lo pintan cuando nacen

Ante un nacimiento como el que tuvieron sus hijos, Vero pide que los pediatras tengan una mejor forma de comunicar. "No todas las mamás son iguales y no todas lo toman de la misma manera. Si pensás que es lo peor que vas a pasar no es así para nada, está bueno que todos tengan la posibilidad de escuchar y que sepan que van a tener sus limitaciones, pero a su tiempo y ritmo lo van a hacer porque hay un montón de mamás en la misma situación", cerró.

Hacen maldades, berrinches y no hay por qué pensar por qué no van a tener una vida como los otros